Juan Manuel Sáenz Cavia - Historia personal

Nací el 12 de junio de 1941, jueves, festividad de Corpus Christi, hora 12,20 en mi casa de Rodríguez Peña 1385, en la CABA antiguamente llamada Ciudad de Buenos Aires.
Bautizado en la Iglesia Católica el mes de diciembre en el Templo de San Ignacio con los nombres de Juan Manuel Ignacio. Mi Fe de bautismo formó parte del incendio que sufrió esa Iglesia el 16 de junio de 1955. Fueron mis padrinos mi tío Tomás Soler y su esposa María Beordi
Mis padres: Juan Manuel (1899). Bolívar (Pcia. Buenos Aires) Jefe de División  del Consejo Nacional de Educación.  Tomasa Josefa Soler (1901). Buenos Aires,  docente, jubilada como directora.
Hermana: Adela Josefina: nacida el 15 de noviembre de 1936, fallecida 21 de enero de 1959. Estudiante de medicina (3er. Año).





Cursé en el Colegio del Salvador –Callao 535 (del cual mi padre era exalumno) el primario y secundario y posteriormente la Universidad. Coincidí  con el actual Papa Francisco en el año 1966 en que él siendo maestrillo daba clases en el secundario y yo estaba cursando el internado rotatorio por lo que concurría muy poco al edificio de Callao. Estos datos los saco de su biografía pues no lo conocí.
Comentario: en el primario era bastante buen alumno, digamos entre el 8° a 10° puesto, pero mi punto débil fue mi conducta: me portaba muy mal y estaba en todos los líos que había por lo que ligué múltiples tirones de pelo, coscorrones, campanillazos etc. pero igual me querían.
El secundario: Comentario: en el secundario un desastre completo conducta y aplicación. Terminé dando 20 exámenes. Peor performance 4° año: 7 materias a examen y 20 amonestaciones. Tal vez porque fue la época que coincidió con la enfermedad y posterior fallecimiento de mi hermana; pero todas las materias que di las aprobé en el turno de diciembre lo que indica que en realidad era un vago.
El secundario fue una época bárbara. Mucha vagancia, grandes amigos. Algunos profesores muy buenos que nos “abrieron el cerebro” - por ejemplo mi profesor de literatura fue nada menos que Rafael Squirru, un grande, y Don Vicente “Pancho”  Sierra mi profesor de Historia , cuyas clases de revisionismo histórico tal vez fueron decisivas para mi ingreso en el Nacionalismo Católico -. Practiqué rugby en serio desde la 7ª.  llegando a jugar algunos partidos en la 4ª, que hoy sería sub18.
Una anécdota: cuando estaba en cuarto año era muy chico de físico por lo tanto no me ponían en la 4ta división y era grande edad para jugar en la 5ta, por lo tanto estaba en banda... Los sábados a la mañana me iba con el bolso al colegio, escondía el bolso y esperaba que empezaran a armar equipo los "grandes" (eran de 5to año y el verticalismo en el colegio era estricto). Como jamás llegaban a juntar los 15, y yo andaba alrededor de ellos campaneando, me miraban y me decían - Pibe.. te animás a jugar?
- Y...sí... decía yo ( que era lo que estaba esperando)
- Bueno.. vamos ¿Trajiste botines?
-Si.. (decía yo e iba a rescatar mi bolso escondido).
Y así, jugué en la cuarta división con los grandes unos cuantos partidos, y aunque en uno de ellos casi me aplastan...no me importaba. Lo que quería era jugar.
Me vino muy bien, no solo por la diversión y el deporte en sí, sino también por lo formativo (valor de la amistad, ética del deporte, aprender a trabajar en grupo, el sentido de la obediencia, atenerse con firmeza a reglas, entre otras muchas cosas).
De esa época, rescato también los campamentos, tres veces con el Colegio en Córdoba y luego solo con mis amigos a Bariloche otras dos. Inolvidables.



Vivimos momentos muy importantes. La persecución religiosa  de Perón del 55, la quema de las Iglesias, sacerdotes y compañeros presos. También fue muy importante para mí la revolución húngara aplastada por la URSS.
Nosotros, a diferencia de los jóvenes de ahora, estábamos políticamente muy involucrados en el buen sentido de la palabra griega política, queríamos hacer valer nuestros derechos y por ejemplo mis amigos y yo participamos activamente en las concentraciones ante el Congreso por la “Laica o Libre” (por supuesto por la “Libre”)…y teníamos nada más que 17 años. Tal vez todo esto se dé porque provengo de una familia que siempre estuvo políticamente comprometida: desde Feliciano Cavia y mis tíos abuelos Sáenz Cavia que fueron desde diputados hasta Constituyentes por su provincia (Corrientes) y por otras.
Ya desde aquella época comencé a interesarme  por  el Nacionalismo, idea política que sigo manteniendo pues no participo para nada de la Partidocracia y creo, como los griegos, que una República debe ser conducida por “el gobierno de los mejores”.
  
La Facultad. Ya desde chico decía que iba a ser médico, tal vez también porque vengo de una familia donde los médicos abundaron: mi abuelo Manuel Sáenz Cavia, mi tio Domingo S. Cavia, mi tío político, dos de mis primos, mi hermana hasta que falleció. El hecho es que entré en la Facultad del Salvador cuando todavía teníamos que dar exámenes de reválida en el año 1960 y salí con el título de Médico en el año 1967. Fuimos la primera Facultad de Medicina en imponer el Internado Rotatorio antes de obtener el título. Yo cursé, durante 3 meses cada una, las cuatro especialidades básicas de: Cirugía, Ginecología y Obstetricia, Pediatría y Clínica Médica, en total 6 años de cursada y 1 año de Internado.       
Me enfermé 2 veces de hepatitis al terminar y di mi examen de Reválida ante una mesa formada por un Miembro de la Academia Nacional de Medicina -Dr. Luis Emilio Camponovo-; un Miembro del Ministerio de Salud del Gobierno -Prof. Dr. Alzugaray- ; y un Miembro de la Facultad del Salvador - Prof. Dr. Podestá que era nuestro Profesor de Clínica III- . El examen, en la Sala I del Hospital Ramos Mejía, duró 3 horas largas  pues me dieron una paciente de 14 años con ictericia para presentar y luego me examinaron sobre esa paciente y me “pasearon” por las ictericias, enfermedades hepáticas, quiste amebiano e hidatídico de hígado, tratamiento de esas patologías…y un bastante largo etc; arribando al diagnóstico de litiasis biliar en una paciente de 14 años (cosa rara).  El colofón de ese examen es una reflexión que me he hecho a mi mismo: empecé mi carrera médica con una litiasis biliar diagnosticada con una colangiografía transparietohepática (tratamiento bastante traumático porque había que perforar la pared abdominal para entrar al hígado) y  después de 46 años de carrera puedo arribar al mismo diagnóstico de litiasis biliar con por lo menos 5 ó 6 medios diagnósticos …¡Hemos avanzado no sólo en años!



Hay un hecho que quiero destacar con toda humildad porque sólo me enorgullece a mí y a mi familia y es que en 7 años de carrera no reprobé más que una materia, la última, y eso porque me presenté de cabeza dura pues todavía me estaba reponiendo de mi segunda hepatitis.
 A lo mejor es un dato menor pero siempre converso con mis hijos e hijos políticos que a veces es bueno tener que dar exámenes en el secundario porque le abren a uno la mente para preparar la materia completa y exponerla frente a una mesa examinadora; cosa que tendrá que hacer indefectiblemente en la Universidad.
De la época de la secundaria y sobre todo de la Universidad conservo amistades únicas, en algún caso nos conocemos desde los 6 años, y en el caso de la facultad con varios de ellos formamos el Primer Centro de Exalumnos que pretendía reunir a todos los que habían pasado por las aulas de la Facultad, se hubieran recibido o no; y editamos varios números de un Boletín de Exalumnos.
… Siempre digo que soy un producto químicamente puro de los jesuitas: me inicié con ellos a los 5 años y egresé de sus aulas ya médico a los 25 y encima los jesuitas me casaron y bautizaron a por lo menos 4 de mis hijos.





         En esta foto maravillosa tomada el día de la Jura  (abril de 1967) están todos mis familiares: de izquierda a derecha: mi tío Tomás, mamá, mi prima Pelusa, Susana, yo, mi prima Graciela, mi tia Perla, María Esther, Bebi , Graciela Cathcarth (madrina de confirmación de Susana), mi tía Pichuca, papá y atrás de él mi tía Sarita. En la fila de atrás: Alfredo Guzmán, Carmencita Bollini, mi tía Delia, Blanca Calcagno y atrás Oscar Bollini y al lado mi suegro Queque. Adelante los chicos son Mario Guzmán, Lucila Guzmán, Fernanda Castellano y Luis David Castellano. 

 Nos casamos con Susana el 16 de junio de 1967, en la Iglesia del Salvador, con Misa de Esponsales. Nos casó el Padre Oscar Bonaparte Castellano, amigo y director espiritual y pariente de mi s primos Castellano.
Anécdota del casorio: Ya estaba poniéndose en práctica la nueva liturgia del Concilio Vaticano II y habíamos quedado que íbamos a comulgar bajo las dos Especies y cuando llegó el momento de la Comunión, Bonaparte se olvidó de la liturgia nueva y nos dio de comulgar como siempre. 
Otra: La casa Lázaro Costa era la encargada de conducir a los casamenteros y sus parientes... se olvidaron de ir a buscar a la mamá de Susana y llegó en taxi...tarde, cuando ya estaba por subir al altar a hacer de madrina Alicia, mi cuñada.




En julio de 1967, exactamente el día más frío del año y en un autito De Carlo que nos habíamos comprado, llegamos a Timote, localidad de 800 habitantes a 19 Km. de Carlos Tejedor en la Provincia de Bs. As.; donde necesitaban médico y nos daban la casa contigua a la Unidad Sanitaria.
Fueron más de 2 años duros pero hermosos. Teníamos luz solamente cuatro horas a la mañana y a la tarde de 16 a 22, fuera de ese horario nos arreglábamos con faroles sol de noche  hasta para hacer los partos. Parece mentira (lo miro en retrospectiva ahora) que me arreglara sólo con una enfermera (idónea, por supuesto) para todo lo que podía hacer.
Cuando no venía bien a mi buen entender el caso, lo derivábamos a Carlos Tejedor, que no tenía tampoco mucho que ofrecer en materia de tecnología pero tenía un hospital con cirujanos por lo menos. Nos tocaron épocas de inundaciones (las famosas inundaciones del 68) con lo que llegar a Tejedor; 19 Km.  de tierra, era una verdadera odisea, por supuesto en mi auto pues no teníamos ambulancia.
Ya habíamos vendido el De Carlo (que no nos resultó pues tenía motor atrás y en caminos todos de tierra, ésta se metía en el motor y lo lijaba.) y habíamos comprado un Citroen 3CV.
Así, con ese auto viajamos a Capital ( 400 Km.  de los cuales 90 eran de tierra) con Susana en trabajo de parto en julio de 1968 y de noche. Llegamos a casa de mis padres a la mañana y a la noche de ese mismo día nació nuestra primera hija Adela María. Estábamos acostumbrados a viajar muchas horas porque no había rutas de acceso a la capital, y todavía no teníamos asfalto en ningún lado.
Tuve en Timote de paciente a la Niña Urbana Iribarren, dueña de una finca llamada La Celma, (una mujer extraordinaria) que era la tía de Ramús, el asesino del Gral. Aramburu.  Nosotros nos fuimos de Timote en diciembre de 1969 y Aramburu apareció muerto en junio de 1970.

Nuestro segundo destino fue Tres Algarrobos, siempre en el partido de Carlos Tejedor pero ahora más cerca de Gral. Villegas (32 Km.) y allí vivimos desde el 4 de diciembre de 1969 hasta hoy.
Formamos con Susana una numerosa familia. Tenemos 7 hijos: Adela (1968), Inés (1970), Ignacio (1971), Juan Manuel (1972), Martín (1973), Nicolás (1976) y Cecilia (1978) y aunque cuando nos casamos pensábamos tener 12 hijos, nos paramos ahí en 7 que era un buen número. Nos costó mucho esfuerzo educarlos, construir nuestra casa y vivir en general porque nos tocaron TODAS las crisis económicas por las que atravesó el país. También desde el punto de vista médico vivimos las crisis, pues hubo períodos muy prolongados en que no sabíamos Cuánto cobrábamos,  Cuándo cobrábamos, Cómo cobrábamos ni Qué cobrábamos…Nos pagaban mal, poco y tarde y eso con la inflación resulta una ecuación catastrófica. Así vivimos los médicos, especialmente los rurales, durante varias décadas y aunque mal de muchos consuelo de tontos, es reconfortante saber que no es solamente uno el que padece el sistema.

En Tres Algarrobos desarrollé muchas actividades además de la medicina.
Soy el médico del plantel de uno de los Clubes de Fútbol, Fútbol Club Tres Algarrobos, desde hace 40 años, y presidente de la Institución durante dos períodos; junto con Susana rescatamos del olvido la Biblioteca B. Rivadavia que hoy tiene casi 20.000 volúmenes, sede y bibliotecaria profesional; también junto con Susana y otros dos amigos escribimos, diagramamos y editamos una revista que se llamó Pinceladas tresalgarrobenses durante casi tres años, (hermoso emprendimiento que falleció porque terminé escribiendo yo desde la primera a la última página.); armé o quise armar un equipo de rugby con mis cuatro varones y sus amigos (ya tenía el equipo) pero fue un proyecto que también falleció pronto; participé activamente en la formación de C.A.T.R.A. Centro para la Autonomía de Tres Algarrobos y estuvimos muy cerca de conseguirla gracias a un trabajo presentado en la Cámara de Diputados muy completo y exhaustivo; formé parte del Consejo Económico Parroquial San José mucho tiempo

Y dejo para el final la Medicina… Desde que hacía guardias en el Hospital Salaberry antes de recibirme, fui un tipo de Hospital. Mi mujer dice que el hospital es mi primer amor (pero en realidad es mi segundo amor, el primero es ella).

Cosas negativas de ejercer la medicina en localidades del interior: 1°   Derivación. Si la complejidad del caso lo requiere  habrá que derivarlo. Ahí comienza el suplicio. Si el paciente no tiene recursos  y va por vía hospitalaria  puede requerir 6 o 7 horas de constantes llamados a distintos centros donde: no hay cama, no tienen ese especialista o ese día no vino o cualquier argumento de dudosa veracidad. Por ejemplo trato de derivar una joven de 15 con un traumatismo de cráneo con lesión encefálica. (Hecho bastante común por el auge indiscriminado de las motos) Después de varias horas de fracasos opto por llamar a la Intendente que me consigue en media hora  un lugar donde la misma médica me había dicho unas horas antes que no tenían neurocirujano. Llegué con el paciente, gran disgusto de la médica de terapia… cuando me estaba retirando estaban mirando la TAC con …el neurocirujano.
Es una gran tensión estar horas y horas llamando por teléfono repitiendo la patología del paciente, esperando, llamando a los 20 minutos de vuelta. Mientras el paciente agoniza.
Es un gran problema la municipalización de la salud (las fronteras interiores de la salud, como dijo un amigo), pues eso impide derivar de un Hospital Municipal a otro Hospital Municipal. Y también de una provincia a otra.
Yo creo que la salud es una problemática nacional. Debe haber un ente nacional que tenga permanentemente la disponibilidad de camas del país según especialidad y complejidad y la derivación saldría en forma automática.
Me hago cargo que las comunas luchan por sus hospitales locales pero a través de la coparticipación o lo que fuera debería haber una red nacional de salud. Ni hablar si la derivación es doble: madre embarazada con parto prematuro o no hay cama o no hay cuna o no tiene neonatología.
Un cuento: hace muchos años (yo era director de nuestro hospital) me llaman a la madrugada de un hospital municipal cercano, con muy mala onda, para confirmar quién iba a pagar los gastos que generaría una paciente con amenaza de parto prematuro que les querían derivar. Yo no entendía nada: 1° la paciente estaba en un tercer partido que era el que la quería derivar (por carecer de neonatología), de modo que yo no sabía de su existencia. 2° Pretendía, (nosotros ni éramos la cabeza de partido!), que lo llamara al intendente para que les mandara un fax firmado por él en que se hacia cargo de los gastos. Yo le expliqué que tenía que dirigirse a Carlos Tejedor y final. ¿La salud? … bien, gracias.
Hace también unos cuantos años, nos visitó el Ministro de Salud de turno y aproveché para entregarle como director del hospital, un trabajo que había hecho sobre “La regionalización de la Salud” en el cual presentaba las falencias del sistema y las posibles soluciones que se me ocurrían. La verdad que apuntaba a que “arriba” se enteraran del problema crítico por el cual atravesábamos todos los médicos rurales…pero como a Ud.  le contestaron, me contestaron a mí… Ni bolilla me dieron, ni siquiera acusaron recibo. ¿La salud?...bien, gracias.
Este asunto de la derivación me tiene medio obsesionado. Al ejercer en un pueblo pequeño (Tres Algarrobos tiene 3.500 habitantes) uno es el último eslabón de la cadena sanitaria. Eso quiere decir que tiene que derivar todo lo complejo. Hay veces que el médico que te recibe lo toma como si te estuviera haciendo una caridad, como si  estuvieras sacándote un “clavo” de encima.
Una vez llevé una beba Down hasta una ciudad a casi 400 Km. con una neumopatía a UTI pediátrica. Me quedé esperando a que la revisara y como no me decía nada le pregunté cortésmente si me podía ir. Con bastante brusquedad me contestó: – ¡ahora te vas! - como si estuviera huyendo. Mirá – le dije -yo cumplí mi parte,  casi 4 horas de ambulancia,  ahora es tu turno.
La 2ª cosa negativa es la crítica de los colegas, aunque debo reconocer que  ha mejorado substancialmente… críticos eran los de antes. Había y lamentablemente aun quedan; los podemos clasificar en dos niveles: los que están esperando tu error para hacerte sonar y los mas refinados que si no hay error, lo inventan. Tengo en mente un colega mostrándole una placa a su paciente diciendo el siguiente comentario: -que raro el Dr. Fulano, tan buen médico, que se le haya escapado esto-. Un refinamiento en crítica.
La 3ª cosa negativa son los pacientes que te dejan. Ahora después de toda una carrera médica lo noto más.
Esta vivencia es algo propio de los pueblos pequeños  pues la relación médico- paciente es mucho mas estrecha,  relación que va mucho más allá de la salud; se mezcla con lo cotidiano, con lo vivencial… Uno comparte con ellos misa, banco, café, cancha… Hijos, picnic, kermesse, fiesta de egresados… Son MIS pacientes, uno se siente dueños de ellos, pero cambian  …  mirá Fulanito, de no creer-. Duele.
La 4ª:  la gran desventaja tecnológica  que padecemos. Sabido es que el 80% de las consultas de APS (Atención Primaria de Salud) se pueden resolver en un consultorio: oreja y saliva.
Reinvindico la saliva porque hay que hablar, decir lo necesario, explicar, aconsejar. Es ahí donde hacemos la diferencia.
También reinvindico la oreja porque me ha tocado infinita cantidad de veces hacer de director espiritual de mis pacientes: escuchar, debe ser una de las primera cualidades de un buen médico.
Tenemos una educación superior, sin eufemismos, y  aquí es donde debemos devolver lo que recibimos.
Tenemos un compromiso y es mejorar el medio, a eso nos debemos no solamente curar y prevenir.
La pregunta de cajón es porque estudié medicina. Algo dije con referencia a mis familiares médicos. Desde chico me decían que yo sería médico y así lo repetía yo. Igualmente llegó el momento de dar una respuesta seria y  la vocación se fue afianzando. Lo primero sería poder ayudar al prójimo y qué mejor que en el terreno del sufrimiento. Hay una cuota de romanticismo en esto pero creo que fue lo mas definitorio. No se puede negar también el estatus y el aspecto económico de la profesión. Era la época de la medicina paternalista donde el “Doctor” era un personaje. (recuerdo un chiste de Mafalda donde el protagonista al decir que es médico lo dice desde un pedestal como un semidios romano). Eso llevó a muchos colegas a padecer de bronceosis  enfermedad de acumulamiento (tsaurismosis) que hace que el depósito de bronce en el cuerpo lo transforma en estatua en vida.

Yo creo que la Medicina va más allá de la definición académica que es el arte de curar.
En esta sociedad que vivimos donde hay mucha indiferencia para con el prójimo y reina “el no te metás” (habría que hacer una salvedad: la sociedad responde bárbaro cuando hay catástrofes, por ejemplo inundaciones) es necesario aumentar el compromiso para con la misma, nuestra profesión que nos acerca mucho al que sufre, al solo, al deprimido, al necesitado (tengo presente la cara de angustia de los padres que no tienen dinero para comprar medicamentos); nos facilita el poder ayudar.
Esto de los pobres me  ayuda a hablar del hospital. Nuestra localidad tenía una Unidad Sanitaria sin farmacia, sin ninguna complejidad. Yo iba como concurrente. El destino (un accidente automovilístico donde murió el anterior director) me puso al frente. Se juntaron una serie de factores: la autorización de los hospitales de autogestión, una comisión cooperadora muy vital, la gente del pueblo muy motivada y paulatinamente fuimos transformando lo que había, en un pequeño hospital llegando a tener 30 camas. Contratamos especialistas: oculista, cardiólogo, traumatólogo ginecólogo kinesiólogo y pusimos una farmacia que era una de mis mayores preocupaciones. Estuve el frente del mismo durante 16 años con la invalorable ayuda de la partera Sra.de Figal que me hacía de jefa de personal y el chofer de ambulancia que, por ejemplo para fin de año se buscaba una canasta, iba por los comercios pidiendo donaciones y posteriormente  vendía las rifas, se llamaba Victoriano Rodríguez. Esta vez, también el destino, sin accidente (cambio de gobierno), me alejó de la gestión, hasta septiembre de 2012 en que estoy de nuevo como director.  Yo digo que lo único que le queda a alguien sin recursos es saber que tiene un hospital donde ir, un médico que lo atienda, una farmacia para los medicamentos.
El papel del Estado: malo, se gasta, según tengo entendido, en salud más que otros países, pero el resultado no es satisfactorio. Hay mucho oportunismo, mucha demagogia, mucho solucionar lo inmediato y poca planificación. Un país que pudo erradicar el paludismo en unos pocos años, no puede con el Chagas. (Tal vez no es lo mismo pero…) No es mi fuerte la Medicina Sanitaria,
 No todas son pálidas, el resultado concreto aquí y ahora es que la gestión de la Intendente actual, resultó excelente para nuestro Hospital, hemos crecido edilicia y técnicamente y también desde el punto de vista médico.

La Biblioteca. Nuestro pueblo tenía una magnífica biblioteca que con los años fue decayendo. Cuando elegimos vivir en Tres Algarrobos estaba muy mal. En 1970 se formó una comisión para su rehabilitación y como era médico y nuevo me invitaron a conformarla, quedé vicepresidente. Muchos proyectos pero pocos hechos. En poco tiempo quedé solo a cargo de todo, hasta la luz pagaba. Fueron unos años horribles, los subsidios eran anuales había que hacer un montón de papeles para no perder la titularidad de Biblioteca Popular (protegida por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), no teníamos local así que nos fueron desalojando, por lo menos tres veces. Yo luchando con los libros de aquí para allá. Nunca llegaba a clasificarlos.  En cada mudanza se perdían o rompían libros. Un desastre. La última mudanza armé un lío con el Delegado municipal y este se lo transmitió al intendente que era un colega, el Dr Monzó (padre) y me hicieron un local. Increíble local propio. Una anécdota. Se inauguraba  el nuevo local con gran fiesta el día del pueblo: 17 de agosto de 1980, tenía preparado el discurso. Una paciente con cesárea previa arrancó con trabajo de parto. A Villegas. El discurso lo dijo Raúl Rizzolo. Es la medicina. 


Esto le dio mas vida y un grupo de chicos del secundario empezaron a venir, a clasificar y a darle un poco de movimiento.
Cuando los hijos se hicieron grandes y se fueron (dos de los siete los tenemos viviendo acá de vuelta) Susana dispuso de mas tiempo y empezó a ayudarme, yo a mi vez, acepté la dirección del Hospital y quedé con menos tiempo. Conclusión ella hace todo. Duplicamos el fondo bibliográfico, 20.000 volúmenes, tenemos 5 computadoras, otro local que nos dio la municipalidad mucho más grande, dos bibliotecarias, cobradora y… los chicos vienen es una biblioteca viva.

Música. Soy un discapacitado musical pero me gusta el folklore. Los Chalcha. Omar Moreno Palacio, El Chango Rodríguez…

Soy un sufriente hincha de Independiente, aunque nunca le presté mucha atención al fútbol grande, con el local Fútbol Club Tres Algarrobos tengo cubierta mi cuota de fanatismo. Mi mujer, hincha de Racing.
Cuando estaba en Bs. As. Me tiraba más el rugby, era simpatizante de CUBA, e iba a la cancha con frecuencia.
Cuando entré en la facultad dejé todo, vivía en ella. Estaba en la Cátedra de Anatomía el tiempo que me sobraba. Un cuento: me declaré a mi novia, mi actual esposa, disecando un cadáver, en la Cátedra.
Qué hubiera sido de no ser médico: periodista, creo. Mi materia pendiente es la docencia.  No se puede tener todo: la entregué por venir al campo.

Leo todo lo que mis actividades me lo permiten: historia, religión, política. Soy hincha de un escritor argentino víctima de la conspiración del silencio: El Padre Leonardo Castellani. Actualmente estoy leyendo: La Gesta de los Cristeros, de Alfredo Sáenz . Me apasiona la Historia, especialmente nacional y mundial. Tengo una biblioteca de 500 volúmenes.

Soy filatelista. Colecciono Argentina (creo que bastante bueno) y tengo algunas de Vaticano. Las tengo bastante abandonadas. Será algún entretenimiento el día que me jubile.

Anécdotas: tengo varias pero el caballito de batalla es esta:
vivía en el pueblo un matrimonio muy peculiar: Ella débil mental y el alcohólico. Una noche casi me tiran la puerta abajo con los golpes,  él pidiendo mis servicios. Su esposa en la esquina, bajo la luz del farol (no había luz de mercurio) a los gritos. Salgo con el auto ella llega a subir con su marido y vamos a la Unidad Sanitaria, dos cuadras, y al llegar se escuchó el llanto del recién nacido. La levanté en brazos, así como suena, y entré a las corridas a la Sala de Partos. Vestía un vaquero unos tres números mas grande  y cuando se lo fuimos sacando fue apareciendo el bebe en el muslo del pantalón, sano y salvo, a los chillidos, donde se había acomodado. Lo llamé parto por técnica del blue jean.

Viajes: no he salido al exterior y cuando los hijos eran chicos: Santa Teresita, Claromecó, Pehuen-Co varias veces.
Ahora, ya solos, hemos empezado a conocer Argentina: El Calafate,  Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Cataratas. En marzo casi todos los años a Mar del Plata.

Situaciones límite creo que salvo dos o tres veces de hacernos bolsa con el auto y no pasó nada (por un pelito). Mis padres (con los que me separaban 40 años), vivieron los últimos años de su vida en mi casa y aquí fallecieron. Años después también mis suegros vivieron y fallecieron en casa. Fueron años difíciles pero reconfortantes. Es muy difícil ser médico de tus padres y suegros.

Alegrías.  Cuando me gradué, el nacimiento de mis hijos, los éxitos de ellos y de mi esposa, más adelante la llegada de mis  16 nietos. Una RNM por una lumbociatalgia y era por hernia de disco (en ese momento tenía un paciente muy allegado con igual sintomatología que yo, que estaba lleno de metástasis de un cáncer de próstata). Un tumor de músculo del muslo que fue benigno.
La biopsia de endometrio de Susana que fue también benigna. (Le tengo miedo al sufrimiento y a la muerte). A eso habría que agregarle las pequeñas alegrías de la vida: la casa nueva y grande para que entre toda la familia y sus amigos, algún auto nuevo, terminar de pagar alguna deuda, una buena nota: mía o de mis hijos. Algún paciente agradecido.  Cuando obtuve el título de Especialista en Medicina General y Familiar en la ESEM del distrito VII- Tenía 64 años.
Cuando volví de Buenos Aires después que me dieron la distinción de Médico Rural estaba todo el pueblo esperándome en la ruta y entramos en caravana. Fuimos al  Hospital, no me lo esperaba, fue una verdadera sorpresa, yo realmente no le daba un valor excesivo a eso, pero me sentí muy reconfortado por el reconocimiento.

Por qué vine al interior: es una buena pregunta; en los primeros años de la facultad tenía un compañero que era de este pueblo y muy amigo de uno de los médicos y nos hablaba de todo, parecía fascinante. También estaba el lado que uno pensaba que en estas localidades chicas estás mas cerca del paciente, su familia, podes desarrollar mas tus potencialidades, me gustaba hacer de todo, estudié todas las especialidades como si fuera a ser especialista de cada una de ellas. El internado rotatorio me dio un pantallazo muy bueno de las 4 clínicas básicas. Por ejemplo aprendí muy bien a hacer partos. La guardia como practicante en el desaparecido Hospital Salaberry  (era un hospital de guerra) fue un año de aprendizaje y práctica muy importante. Como ya había terminado de cursar y  rendir todas las materias fue muy provechoso para esta medicina rural.



Esta es parte de la carta que le  envié a un gran médico y amigo, el doctor Hugo Alume, que fue el organizador de la Facultad de Medicina de la UCA, para agradecerle haberme invitado personalmente a conocer “su” facultad recién iniciada. La agrego porque esta sí es mi definición de MEDICINA.

Parecería excesivo emocionarse por esto, (la invitación a la UCA) pero en esta suerte de exilio rural voluntario, todo lo que me acerque a la «Academia» es para mi muy valioso.
                                   Como adherente que soy de la libertad de enseñanza y especialmente preocupado por la formación de profesionales católicos, me he visto complacido cómo hicieron las cosas los de la UCA. Realmente tienen un gran Universidad y Medicina sigue el camino que se ve que tiene trazado.
                                   El hecho de haber hecho mi carrera en la naciente USAL me dió la oportunidad de no solo formarme, sino también ser parte (aunque mínimamente) del inmenso desafío que fue crear un facultad de medicina. Haber estado como Monitor en la Cátedra de Anatomía durante tres años, haber participado en el LEMS (Liga de Estudiantes de Medicina del Salvador) y posteriormente en el Centro de la Universidad me creó ese compromiso.
                                   Lejos de mí «dorarte la píldora» pero sabemos que además de ser una gran persona y un muy buen cirujano, sos un excelente organizador, ya que desde tu inicio con nuestro internado rotatorio no dejaste de demostrarlo en toda tu carrera.
                                   Muy bueno lo que se ve del ciclo preclínico y mejor si disponen del Británico para el ciclo clínico, ya que desde el inicio tendrían un hospital escuela.     
                                     He leído por internet el discurso inaugural del Dr Alvarez y en lo referente al cadáver; creo que éste, valga la paradoja es nuestro primer contacto con la vida, la ausencia de ella (el respeto por la muerte, nuestra eterna enemiga), en la larga carrera que inician los jóvenes, donde deberán interiorizar el «PREVENIR, CURAR, CONSOLAR», que será el lema que signará sus vidas. Entre los diplomas que tengo en el consultorio, en el lugar de privilegio está el de Monitor de la Cátedra de Anatomía (así se llamaba el primer cargo en el escalafón) firmado por el Dr Luis Dellepiane. En el centro de él, el emblema de la cátedra un cadáver abriendo con sus manos su abdomen y el lema «MURTUI VIVOS DOCENT».                             


Distinción  (esto es una parte de una carta que le mandé a mi amigo odontólogo Adelmar Tayeda que se fue a España donde le cuento cómo fue la cosa):




Aunque peque de aburrido te cuento como fue lo de la distinción.
El día del padre vinieron algunos de nuestros hijos entre ellos Cecilia, la menor. A eso de la 1 del  mediodía me avisan que una señora se está quemando. Tenía 82 años y era la madre de los Pintos. Esta Sra. se ve que se acercó mucho a la estufa y se le prendió fuego la ropa, como estaba sola se tardó mucho en auxiliarla por lo que presentó quemaduras de 2° y 3er grado en una superficie superior al 70%, quiere decir mortales a corto plazo. Un nuevo colega que tenemos, Raúl Sala (hace 6 años) se encargó de la parte atención médica y yo lo ayudaba y cuando me daba el tiempo trataba de conseguir una derivación. Primero Pami que luego de muchas vueltas me dijo que Pami no asistía a quemados (fuera de convenio¡¡¡), luego instituto de quemados, luego La Plata en ninguno había cama, o que me iban a llamar o que llamara yo, así todo el día. También pedí un avión ambulancia, que por supuesto Pami no tenía, que el de la Provincia estaba ocupado, que me llamarían, que si cuando estuviera listo me lo mandaban, pero ... si es de Pami la Provincia exige mil trámites que por fin fueron rechazados y me la negaron. Conclusión teníamos a la paciente lista para derivar, pero no teníamos dónde. Por fin (te la hago corta) la Municipalidad se hizo cargo en una clínica de San Justo, pagando los gastos ( 1.600$ / día), previa remisión de un fax firmado por la administradora. Final: a las 00,30 salió en nuestra ambulancia hacia San Justo (murió a las 48 hs) acompañada por un médico de traslados de Tejedor. A esa hora volví a casa. Ceci quedó bastante impactada por todo lo que pasó, que no es la primera vez, especialmente  cuando son pacientes complicados. Como verás en tu país de origen las cosas, en materia de salud y otras mas, andan muy mal.
Cecilia mandó al otro día a La Nacion diario, una carta de lectores muy linda contando lo ocurrido y se la publicaron. Y aquí viene la cosa: un  Dr (médico) Tulio Huberman ( a lo mejor te acordás, pues en la década del 70 a 80 fue el médico en las noticias de Canal 13 y posteriormente productor del suplemento Salud de Clarín), se dedica únicamente a periodismo médico. Tiene una revista de medicina (mas bien de difusión) -Gracias Doctor- que todos los años desde 1993 selecciona 10 a 15 médicos del que posteriormente sale uno «el médico del año» que compite en EEUU entre otros pares elegidos por otros países.  El comité que los elige en la Argentina son 103 médicos de un nivel académico superior.
Éste buen señor leyó la carta de Ceci y quedó muy impresionado, la llamó primero a ella y luego a mí diciendo que había decidido, a partir de este año crear la distinción al médico rural y me eligió a mi. Yo le explique que  había miles de médicos en situaciones similares o peores que las mías que serían acreedores del premio, pero a él le parecía bueno que, siempre por la carta de Ceci, se viera reflejado el accionar del médico rural y cómo  afecta a la familia y la desprotección que tenemos en materia médica. Yo accedí si dejábamos en claro que en mí confluían todos mis colegas que trabajan en condiciones similares, cosa que hemos tratado siempre de reflejar. Otra, éste Dr. fue amigo personal de Favaloro, fue el primero en verlo después de su suicidio. Favaloro estaba muy deprimido porque le fallaron las obras sociales, el gobierno y tenía mucha dificultad con La Fundación con una gran deuda que no podía cobrar, aparentemente en sus últimos tiempos valoraba los mas de 10 años que ejerció en Jacinto Arauz, La Pampa. Esto también fue lo que impulsó a Huberman por la distinción al médico rural.
La cuestión es que Huberman vino a Tres Algarrobos con su esposa y un ex jefe de cámaras de canal 13 y tuvo en el Htal una «conferencia de prensa con los medios locales» y explicó la distinción que me daban.
También me hizo una entrevista en casa, en el hospital, en la estación (que está medio abandonada) etc.
Resumen el 29 de octubre junto a 15 cráneos de la Argentina recibo mi distinción como médico rural en un acto en el Aula Magna de la Academia de Medicina. Fin de la Historia.- Perdón, fui tapa de GENTE junto con un grupo de “famosos” (en la foto al lado de Luisana Lopilato, en realidad a mi me interesó mas porque conocí allí a la madre y al hijo de la Dra. Hilda Molina, la cubana disidente.)





Médico rural   (Esta es la carta que escribió mi hija y la publicó La Nación y que inició todo)
Señor Director: 
«El fin de semana viajé al interior a visitar a mi padre por su día, pero no pudimos disfrutar mucho de su compañía ya que es médico y una anciana de 80 años sufrió un accidente y se quemó más del 70 por ciento de su cuerpo. Durante todo el día estuvo haciendo llamadas y gestiones junto con un colega para, simplemente, conseguir un lugar a donde derivarla, ya que en el hospital no hay terapia intensiva. Lo llamaron alrededor de las 14 del domingo y pudimos compartir una charla en familia recién a las 2 de la mañana, hora en que consiguieron un lugar en una clínica de San Justo, siempre y cuando la municipalidad se hiciera cargo de los gastos (alrededor de 1800 pesos por día), ya que por su obra social fue imposible, como tampoco el traslado en avión, y la paciente fue derivada en ambulancia (540 km) a cargo del municipio. 
«Mi padre tiene 67 años, y me dio mucho dolor y bronca ver su cara de cansancio y agotamiento, dada la impotencia y el estrés que le produjo estar todo el día intentando conseguir una cama para una paciente al borde de la muerte. 
«Esta es una de las tantas cosas con las que tenemos que vivir en el interior de este país que, según el Gobierno, funciona perfectamente.»







7 comentarios:

  1. Segun parece este es un BLOG escrito por JOONY.

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    1. Querida Bebi: "Parece" escrito por Johnny porque en realidad fue un regalo que le hicieron los chicos para sus 65 años. Después fuimos agregando historias y fotos renovadas. Lo que más importa de este blog es que quedó guardada en el ciberespacio la Historia de los Sáenz Cavia escrita por el Negro Castellano. No tiene precio.

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  2. Estoy averiguando sobre un libro llamado "Familias de Traslasierra" publicado por Rafael M. Castellano Sáenz Cavia. Deseo saber si está en vuestro poder y la posibilidad de acceder a él. Muchas gracias.

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  3. Estimado Dr. Juan Manuel:
    Espero lea este aporte.
    Soy el Dr. Edgardo Schapachnik, de Buenos Aires, médico cardiólogo especialista en Enf de Chagas y coordinador de un Foro Iberoamericano de Arritmias en Internet y ahora, e
    responsable de un Grupo que interactúa a través de WhatsApp. Un abrazo

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  4. Parece que el mensaje salió trunco... le agregaba si Ud consideraría que pudiera ser de interes que colegas suyos dispersos en el pais y en otros pudieran interactuar en línea con nuestro grupo de especialistas, en casos de urgencia y necesidad. Mi mail es edgardo@cvi.com.ar

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  5. Querido Juan Manuel , releí estas páginas y sea por lo que fuere me renace mandarte un fuertísimo abrazo que los envuelva a vos y a tu hermosa familia

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    1. Querido Felipe: ¿que Felipe sos? ¿Sos Obarrio???? Me alegraría muchísimo que así fuera! Abrazo!!!!

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